SUBREALISMO
El Surrealismo (en francés: surréalisme; sur ['sobre, por encima'] más réalisme ['realismo']), Sobrerrealismo, Suprarrealismo o Superrealismo es un movimiento artístico y literario surgido en Francia a partir del adanismo, en la década de los años 1920, en torno a la personalidad del poeta Bretón.
Los términos surrealismo y surrealista proceden de Apellidare, quien los acuñó en 1917. En el programa de mano que escribió para el musical Parad (mayo de 1917) afirma que sus autores han conseguido
una alianza entre la pintura y la danza, entre las artes plásticas y las mimetices, que es el heraldo de un arte más amplio aún por venir. (...) Esta nueva alianza (...) ha dado lugar, en Parad a una especie de surrealismo, que considero el punto de partida para toda una serie de manifestaciones del Espíritu Nuevo que se está haciendo sentir hoy y que sin duda atraerá a nuestras mejores mentes. Podemos esperar que provoque cambios profundos en nuestras artes y costumbres a través de la alegría universal, pues es sencillamente natural, después de todo, que éstas lleven el mismo paso que el progreso científico e industrial.
http://es.wikipedia.org/wiki/Surrealismo
MÁXIMOS EXPONENTES DEL SURREALISMO:
Salvador Dalí

Puesto que la persecución sería incesante y el objetivo no habría de alcanzarse nunca y, dado que en ningún recodo de su biografía estaba previsto que hallara el equilibrio y la paz, decidió ser excesivo en todo, intrepretar numerosos personajes y sublimar su angustia en una pluralidad de delirios humorísticos y sórdidos. Se definió a sí mismo como "perverso polimorfo, rezagado y anarquizante", "blando, débil y repulsivo", aunque para conquistar esta laboriosa imagen publicitaria antes hubo de salvar algunas pruebas iniciáticas, y si el juego favorito de su primera infancia era vestir el traje de rey, ya hacia sus diez años, cuando se pinta como El niño enfermo, explora las ventajas de aparentar una constitución frágil y nerviosa.
Su precocidad es sorprendente: a los doce años descubre el estilo de los impresionistas franceses y se hace impresionista, a los catorce ya ha trabado conocimiento con el arte de Picasso y se ha hecho cubista y a los quince se ha convertido en editor de la revista Studium, donde dibuja brillantes pastiches para la sección titulada "Los grandes maestros de la Pintura".
En 1919 abandona su Cataluña natal y se traslada a Madrid, ingresa en la Academia de Bellas Artes y se hace amigo del gran poeta granadino Federico García Lorca y del futuro cineasta surrealista Luis Buñuel, de quien sin embargo se distanciará irreversiblemente en 1930. En la capital adopta un extraordinario atuendo: lleva los cabellos largos, una corbata desproporcionadamente grande y una capa que arrastra hasta los pies. A veces luce una camisa azul cielo, adornada con gemelos de zafiro, se sujeta el pelo con una redecilla y lo lustra con barniz para óleo. Es difícil que su presencia pase desapercibida.
En los revueltos y conflictivos meses de 1923 sufre un desafortunado contratiempo. En la Academia de Bellas Artes a la que está adscrito se producen manifestaciones en contra de un profesor, y antes de que dé comienzo el discurso oficial y se desate la violenta polémica, Salvador abandona la sala. Las autoridades creen que con este gesto ha sido él quien ha dado la señal de ataque y rebelión y deciden expulsarlo durante un año.Joan Miró

De regreso a Barcelona, ingresó en la Academia de Arte dirigida por Francisco Galí, en la que conoció las últimas tendencias artísticas europeas. Hasta 1919, su pintura estuvo dominada por un expresionismo formal con influencias fauvistas y cubistas, centrada en los paisajes, retratos y desnudos.
Ese mismo año viajó a París y conoció a Picasso, Jacob y algunos miembros de la corriente dadaísta, como Tristan Tzara. Alternó nuevas estancias en la capital francesa con veranos en Mont-roig y su pintura empezó a evolucionar hacia una mayor definición de la forma, ahora cincelada por una fuerte luz que elimina los contrastes. En lo temático destacan los primeros atisbos de un lenguaje entre onírico y fantasmagórico, muy personal aunque de raíces populares, que marcaría toda su trayectoria posterior.
Afín a los principios del surrealismo, firmó el Manifiesto (1924) e incorporó a su obra inquietudes propias de dicho movimiento, como el jeroglífico y el signo caligráfico (El carnaval del arlequín). La otra gran influencia de la época vendría de la mano de P. Klee, del que recogería el gusto por la configuración lineal y la recreación de atmósferas etéreas y matizados campos cromáticos.
En 1928, el Museo de Arte Moderno de Nueva York adquirió dos de sus telas, lo que supuso un primer reconocimiento internacional de su obra; un año después, contrajo matrimonio con Pilar Juncosa. Durante estos años el artista se cuestionó el sentido de la pintura, conflicto que se refleja claramente en su obra. Por un lado, inició la serie de Interiores holandeses, abigarradas recreaciones de pinturas del siglo XVII caracterizadas por un retorno parcial a la figuración y una marcada tendencia hacia el preciosismo, que se mantendría en sus coloristas, juguetones y poéticos maniquíes para el Romeo y Julieta de los Ballets Rusos de Diaghilev (1929). Su pintura posterior, en cambio, huye hacia una mayor aridez, esquematismo y abstracción conceptual. Por otro lado, en sus obras escultóricas optó por el uso de material reciclado y de desecho.
La guerra civil española no hizo sino acentuar esta dicotomía entre desgarro violento (Cabeza de mujer) y evasión ensoñadora (Constelaciones), que poco a poco se fue resolviendo en favor de una renovada serenidad, animada por un retorno a la ingenuidad de la simbología mironiana tradicional (el pájaro, las estrellas, la figura femenina) que parece reflejar a su vez el retorno a una visión ingenua, feliz e impetuosa del mundo. No resultaron ajenos a esta especie de renovación espiritual sus ocasionales retiros a la isla de Mallorca, donde en 1956 construyó un estudio, en la localidad de Son Abrines.
René Magritte

Contrario ya al automatismo, su pintura se hizo reflexiva y minuciosa, y se caracterizó sobre todo por la asociación de elementos disímiles entre los que establece ingeniosas analogías o nexos insólitos y disparatados, pero convincentes dentro de la realidad pictórica. Así, sus referencias se van haciendo cada vez más intelectualizadas, hasta el punto de que muchas de sus obras deben leerse en relación con las tesis del estructuralismo. Son habituales en sus cuadros los juegos de duplicaciones, ausencias y representaciones dentro de representaciones.
Los cuadros de Magritte no son revelaciones oníricas ni jeroglíficos cuyo sentido hay que descifrar. Obras como Tiempo pasado (1939, Art Institute, Chicago) no ilustran nada en concreto, en ellas no hay nada más que la magia de una locomotora suspendida en una chimenea que actúa como túnel. Igualmente fantástica es la noche de oscuridad impenetrable que rodea una casa recortada contra un misteriosamente luminoso cielo en El imperio de la luz (1953-1954, Colección Peggy Guggenheim, Venecia). No hay otro enigma en Los amantes (1928, Colección privada, Nueva York) que el de sus rostros desconocidos aludiendo quizá a la imposibilidad de saber quién es el otro. Magritte manipula imágenes cotidianas como un juego con el que quiere devolvernos la frescura de la mirada.
En cuadros como Esto no es una pipa (1928) muestra el equívoco que subyace en la formulación de la pintura como representación de la realidad, y evidencia el décalage entre el lenguaje y la cosa que designa poniendo en cuestión la equivalencia entre la palabra y la imagen, y entre ésta y el objeto. La breve emoción de este descubrimiento es lo que Magritte nos ofrece como maravilloso, porque para la construcción de lo fantástico no hacen falta grandes alardes imaginativos, basta con la violación de las leyes que rigen el orden común poético de las cosas, con cuestionar la solidez de los principios, siempre convencionales y estereotipados, sobre los que construimos nuestra existencia cotidiana.
Man Ray

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/r/ray_man.htm
(Brühl, Alemania, 1891-París, 1976) Pintor y escultor alemán. Formó parte del movimiento dadaísta de Colonia, aunque desde 1919 ya realizaba asociaciones en sus obras que pueden considerarse surrealistas. Practicó diversas y originales técnicas pictóricas, siempre dentro de la estética de lo absurdo y dictadas por el automatismo característico del surrealismo. Empleó durante toda su vida el procedimiento del collage, como en La mujer de cien cabezas (1929). Mediante el balanceo de una lata de pintura agujereada experimentó la técnica del goteo, claro antecedente del futuro dripping de Jackson Pollock.
Max Ernst

También usó el recurso de la decalcomanía, con el que duplicaba manchas de forma simétrica, y el método del frottage, que consistía en la reproducción de texturas, al pintar sobre un papel superpuesto a una superficie con relieves. Con este procedimiento trabajó sus colecciones de Bosques y de la Historia Natural entre 1926 y 1928. Gran parte de su producción se caracteriza por una temática inquietante y por la aparición de formas orgánicas y minerales que crean una atmósfera de pesadilla.
bueno
ResponderEliminargracias melani
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